Cámaras termográficas para la detección de COVID-19
La situación que se vive a nivel mundial con el COVID-19, amerita que todos, tanto de manera individual como colectiva, tomemos las medidas necesarias para el cuidado de nuestra salud, una de esas medidas es estar pendiente de nuestra temperatura corporal ya que mayor a 39° es un síntoma de COVID-19 y que a nivel individual es fácil de medir, sin embargo, hablemos a gran escala, y es que, en cuanto a industria nos referimos se torna algo complejo realizar dichas mediciones de manera individual.
En todo el mundo se busca un método rápido, fácil y confiable para detectar el aumento diferencial de la temperatura del cuerpo humano, a fin de evitar la propagación del Coronavirus.
Además de un correcto lavado de manos, de uso de gel antibacterial y evitar la asistencia a lugares concurridos como medidas preventivas, por mencionar algunas, el uso de la termografía se vuelve primordial para la detección de temperatura por arriba de los 39°, hoy día se ha vuelto una herramienta primordial para llevar un control de la temperatura en grupos grandes donde el riesgo de contagio es alto.
En el 2009, nos vimos en una situación similar, en la que las cámaras termográficas fueron parte de la detección, ya que su uso en las entradas de aeropuertos y fábricas no fue de forma usual (sistemas de seguridad, por ejemplo), sino que se utilizó para detectar de manera rápida y confiable la temperatura corporal.
¿Cuál es la cámara adecuada?
Por sus características, y obviamente a diferencia de las cámaras tradicionales, las cámaras Flir cuentan con distintos rangos de resolución de temperatura, el protocolo mundial de medición de temperatura cutánea es de 320×240 pixeles y el modelo E8 de Flir, cumple con la sensibilidad térmica reuniendo las características mínimas para detectar febrícula, con la cámara E8 se puede registrar y analizar la radiación que emite la persona y determinar los grados de temperatura, convirtiéndola en un excelente método no invasivo.
Contamos con más modelos que cumplen con una resolución adecuada entre otras funciones, que podrán ser de utilidad para el monitoreo a gran escala. Recordemos que la distancia máxima para realizar la medición es de 2.2m, y se debe medir en el canal lagrimal con al menos 5 pixeles
Si aún no estás convencido, comunícate con nosotros, contamos con personal certificado y especializado en termografía dispuestos a apoyarte con la mejor Solución Estratégica